La UNESCO presentó una hoja de ruta para la educación superior en la próxima década, en la clausura de la Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES2022), que tuvo lugar en Barcelona (España). Es el resultado de una conversación global entre 1800 delegados de 130 países. La hoja de ruta está abierta para incorporar mejoras y exhorta a hacer aportaciones. El objetivo es tener una versión final lista a tiempo para la próxima reunión de coordinación del ODS4, en noviembre, tras un amplio proceso de consulta.
Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO, explicó que el concepto de esta hoja de ruta es un “documento vivo” que genera una visión: “Es una invitación a seguir intercambiando y dando forma a las ideas, adaptándolas a los diferentes contextos, guiados por principios éticos compartidos. Establece señales para co-crear sistemas de educación superior más abiertos, inclusivos, equitativos y colaborativos.
Esta transformación requiere un cambio de mentalidad: privilegiar la cooperación sobre la competencia; la diversidad sobre la uniformidad; las vías de aprendizaje flexibles sobre las tradicionalmente estructuradas; la apertura sobre los puntos de vista más elitistas”.
Esta hoja de ruta anima a los sistemas de enseñanza superior a tender puentes y promover asociaciones que sitúen la sostenibilidad en el centro y utilicen la tecnología de forma inclusiva y creativa.
El documento se nutrió de una extensa investigación y una amplia consulta previa en diversos ámbitos, guiada por los 17 objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y la iniciativa Futuros de la Educación.
La educación superior debe hacer frente a los desafíos globales (pandemias, crisis climática, polarización política, aumento de las desigualdades) y a sus dinámicas: expansión masiva, aumento de la movilidad, financiación y el papel de la tecnología.
Giannini mencionó que el cambio es urgente para fortalecer el impacto potencial de una educación superior conectada, colaborativa, cooperativa y ágil. Una transformación guiada por principios: la ES un bien público y parte integrante del derecho a la educación.
Como imperativo de justicia social, la educación superior debe promover una mayor inclusión y diversidad. También requiere libertad académica y desarrollar habilidades creativas para abordar los retos globales al servicio de la sociedad.
Giannini aplaudió la ratificación por parte de Suecia del Convenio Mundial sobre Reconocimiento de Cualificaciones en la Educación Superior y exhortó a los Estados miembros para que se adhieran a este instrumento que apoya la calidad, la inclusión y la cooperación.
“Se trata de una clave para reimaginar juntos nuestro futuro con la educación en el centro. Hago un llamamiento a la gran familia de todas las partes interesadas en la educación superior que están hoy aquí para que se sumen… En última instancia, se trata de reforzar las condiciones para la paz, que hoy está gravemente amenazada”, dijo Giannini en el acto de clausura de la WHEC2022.
Dentro de la WHEC2022
120 mesas redondas, actos paralelos y talleres,
86 charlas HED
5 actividades dirigidas por jóvenes
Lanzamiento de importantes informes del Grupo de Expertos en Universidades y la Agenda 2030, GUNI, UNESCO IESALC
Algunas responsabilidades hacia los estudiantes
-Cumplir con el derecho a la educación superior y considerarla un bien público
-Cambiar la mentalidad: incluir y empoderar, no categorizar ni discriminar
-Abrir la educación superior a la sociedad: conectar, integrar diferentes sistemas de conocimiento en una visión circular -de lo local a lo global y viceversa
-Fomentar una nueva ecología del aprendizaje: permanente y colaborativa, poniendo la ciencia y la tecnología al servicio del bienestar humano y planetario.
Roadmap: